Solo tras el 23F se decidió modernizar el ejército por el
miedo que el propio estado tenía ante tanto ruido de sables, de nostálgicos
empeñados en “salvarnos” de no se sabe qué.
Lo demás continuó intacto y así nos va, porque si para
controlar a la población, una sotana es más efectiva que un batallón de
carabineros, también para mantener un régimen perverso, las togas son más eficaces
que los uniformes.
Todos los regímenes totalitarios creados por dictadores asesinos
tienen que dictar leyes para darles un barniz de legalidad, pero estas no
sirven de nada si no tienen jueces cómplices dispuestos a aplicarlas, por más
aberrantes que sean.
Solo cuando se tiene una Justicia cómplice y unos jueces dispuestos
a defender leyes injustas, como la que aseguraba que un judío era un ser
inferior, se puede encarcelar y exterminar a alguien en un horno crematorio, de
lo contrario es imposible hacerlo.
Por eso procesan a Martín Villa en Argentina y no en España;
el rey emérito es investigado en Suiza, pero no en España; en Andorra se admite
a trámite una querella contra Rajoy, pero no en España; y los políticos
catalanes son inocentes en toda Europa, menos en España.
¿No será que ya toca inhabilitar a esa Justicia y a esos
jueces?
BASTA DE REPRESIÓN
AMNISTÍA PRESOS POLÍTICOS
AUTODETERMINACIÓN
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