El españolismo sin argumentos

Me sorprende que los argumentos del nacionalismo español contra el independentismo se centren en tópicos sobre patrias y banderas, para ocultar el desastre que han logrado en 80 años, primero con la dictadura y luego con esta farsa de democracia.

A los catalanes nos llaman tacaños, pero si hacemos una tele maratón recogemos más de 10 millones en un día, mientras que si se hace en España no consiguen ni 5.

Nos acusan de excluyentes, pero el 60% de ciudadanos de Cataluña han nacido en el resto de España, de donde tuvieron que huir porque esos “unionistas” les expulsaron de su tierra.

Nos tachan de insolidarios, sobre todo aquellos que no aportan a la sostenibilidad del estado y durante 40 años han sido receptores netos de ayudas gubernamentales, o bien los que dicen amar a España pero quieren fusilar 26 millones de compatriotas.

Para castigar a Cataluña evitan hacer infraestructuras como el corredor mediterráneo o la Nacional II, aunque con ello se perjudique a España entera.  

Aseguran que los catalanes de origen no aceptaron a los que, como yo, llegamos de otras partes del país, pero nunca nadie me llamó charnego, como me llaman ahora esos nacionalistas españoles cuando se enteran de que quiero la independencia.

Entonces añaden que no se puede ser independentista si uno se llama González, y mucho me temo que esos mismos prejuicios los tienen también en relación al género, la religión o el color de la piel.

Se me caería la cara de vergüenza si me dejara engañar por las mismas proclamas patrioteras de los caciques que nos echaron de nuestra tierra, aunque aquellos fueran falangistas a caballo y estos militen en el PPSOE y vayan en coche oficial.

BASTA DE REPRESIÓN

AMNISTÍA PRESOS POLÍTICOS

AUTODETERMINACIÓN