sábado, 23 de enero de 2021

El precio de la electricidad

Como cada invierno, con el frío sube el precio de la electricidad, pero este año algunos medios de comunicación nos han explicado con detalle cómo se calcula ese precio y me ha parecido un ejemplo descarado de tomadura de pelo al consumidor.

Al parecer comparecen al mercado de la electricidad todos los que la fabrican y para comprarla se empieza por la más barata y se va añadiendo, según necesidades, hasta terminar con la más cara, un proceso lógico que deja poco margen a la crítica.

El problema es que toda la electricidad comprada se paga al precio de la última que se ha adquirido, es decir de la más cara. ¿Qué les parece? Si el hablar de electricidad les ha despistado, cámbienlo por la bolsa de la compra.

Imaginen que entran al supermercado y meten en el carro todo lo que necesitan, papel higiénico, detergente, champú, tomates, macarrones y, para darse un gusto el fin de semana, meten también un buen solomillo.

¿Qué dirían si al llegar a la caja, les cobraran todos los artículos que llevan en el carro al precio del producto más caro? ¿Les parecería normal pagar el papel higiénico al precio del solomillo? Pues eso es lo que se hace con la electricidad.

No les sorprenda que nadie diga nada, ¿quién iba a hacerlo? Las eléctricas que la producen cara, cobran su tarifa, por tanto no tienen motivo de queja y las que la producen barata reciben mucho más por ella, o sea que aún tienen menos motivos.

Los ilusos creerán que deberían ser la oposición quien pusiera el grito en el cielo y que el gobierno debería acabar con tal funcionamiento, pero tampoco harán nada porque saben que cuándo cesen tienen muchas posibilidades de acabar en una de esas eléctricas tramposas.


BASTA DE REPRESIÓN

AMNISTÍA PRESOS POLÍTICOS

AUTODETERMINACIÓN


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