jueves, 14 de marzo de 2024

La justicia al revés (castellano)

Cuando los impulsores la Gran Traición del 1936 acabaron usurpando el poder de la nación, empezaron un proceso de represión que convirtió a los golpistas en “los nacionales” y a los leales a la República en “los rebeldes”.

Fue un cambio tan rocambolesco que Serrano Suñer, el cuñado del dictador, lo catalogó de “justicia al revés”, que es una manera excelente de definir aquel sin sentido.

Para nuestra desgracia aquella “justicia” pervivió durante toda la dictadura, y “legalizo” la represión de miles de personas, incluyendo la ejecución de más de 60.000 compatriotas que solo pedían pan y libertad.

Aunque parezca mentira, esa misma “justicia” continuó durante la Transición y siguió mintiendo y manipulando para blanquear la represión, como estamos viendo en el caso de la ejecución de Salvador Puig Antich.

Esa “justicia” sigue hoy actuando en Cataluña, contra el independentismo, con los métodos de siempre: manipular y mentir, por más que el mundo entero les diga que en octubre del 2017 no hubo ni violencia ni delito alguno.

Una “justicia” tan incompetente que ha tardado 7 años en ver “terrorismo” en la actuación de Puigdemont y de Marta Rovira, y que acusa de delitos que no pueden explicar ante la judicatura europea, sin que se les echen a reír. 

Les acusan jueces como García Castellón, que ha presumido públicamente de burlarse y mentir a juristas franceses…, y ahora se lamente de que en Europa nadie le crea. Increíble, pero cierto. 

Al pensar en todo esto me hago dos preguntas: la primera es, si en temas de represión la “justicia” española nos ha dicho alguna verdad desde 1936; la segunda, cuando nos decidiremos a recuperar una JUSTICIA de verdad.


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