miércoles, 30 de octubre de 2019

¿Acatar la ley ciegamente? (castellano)

La esclavitud fue legal

Me alarma oír hablar con devoción mística de acatar las leyes por encima de todo, sean las que sean, sin ningún tipo de análisis crítico, porque se parece más al fanatismo religioso que a un debate sobre normas que, si no mejoran la convivencia, no sirven para nada.

Recuerden que un día fueron legales la esclavitud, la quema de judíos, la discriminación racial, el derecho de pernada, el trabajo infantil, la pena de muerte, etc.

Salvo andar y respirar, todo lo demás se ha conseguido con luchas por mejorar el nivel de vida de la sociedad, y todo cuanto tenemos hoy estuvo prohibido un día y cambiarlo se consideró imposible.

Solo con luchas se consiguió la jornada laboral de 8 horas, el derecho a voto para las mujeres, la igualdad legal entre sexos, la libertad de r

El exterminio de los judíos era legal 
eunión, de manifestación, el matrimonio gay, poder poner en el balcón una señera, etc.

Todas las leyes pretenden mejorar algún aspecto social de un tiempo y lugar, mantenerlas más allá no solo no lo mejoran sino que puede llegar a empeorarlo o, lo que es peor,  quedar como un anacronismo ridículo y digno de mofa. Veamos algunos ejemplos.

En Suiza es ilegal tirar de la cadena del WC más tarde de las diez de la noche; en Arkansas los perros tienen prohibido ladrar después de las 6 de la tarde; en New Jersey es ilegal sorber sopa; en Los Angeles lamer sapos; y en Reino Unido está prohibido morirse en el Parlamento.

Quizá por eso la sentencia del 22-07-2010, del Tribuna Internacional de La Haya, decía entre otras cosas que “en una sociedad democrática, a diferencia de una dictadura, no es la Ley la que determina la voluntad de los ciudadanos, sino que ésta es la que crea y modifica cuando sea necesario la legalidad vigente”.

ACUSO AL ESTADO POR SU PERSECUCIÓN 
AL INDEPENDENTISMO
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS

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