
A la Constitución la abolió el Tribunal Constitucional con
la sentencia del Estatut de 2010, al declarar inconstitucional lo que había
sido aprobado por el Parlament, las Cortes españolas y ratificado por la
soberanía popular.
Aquella sentencia, no solo abolía el Estatut y echaba a los
catalanes del marco constitucional, sino que dinamitaba la propia Constitución
al demostrar que nuestra Carta Magna vale menos que la voluntad interesada de
doce magistrados puestos a dedo por el partido de turno.
En cuanto a las leyes, el presidente debería recordar, por
ejemplo, que todos los que invirtieron en energías renovables, con el aval del
Estado y del BOE, se han arruinado porque les cambiaron la norma para defender
los intereses de las grandes eléctricas.
Además, todas las demandas de inversores españoles que han
denunciado al Estado dentro del territorio nacional las han perdido, mientras
que los extranjeros que han denunciado a España ante tribunales extranjeros las
han ganado.

Y sobre los tribunales, solo decir que esto no es Alemania, donde un tribunal comarcal multa a VW con 1000 millones €. Aquí, si el Tribunal Supremo (no el de Villa
Camuñas de Abajo) dice que los gastos de las hipotecas deben pagarlas los
bancos, luego tiene que bajarse los pantalones.
¿De qué habla el Sr. Sanchez, exactamente?
ACUSO AL ESTADO POR SU PERSECUCIÓN
AL INDEPENDENTISMO
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
VIVA LA REPÚBLICA
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