domingo, 10 de diciembre de 2017

Consecuencias de la deuda (1ª parte)

De todos es sabido que España tiene ya una deuda pública que supone el 100% de su PIB (más de 1’1 billones, con B, de Euros), debido tanto a los bajos ingresos (escasa productividad y competitividad de nuestros productos) como a los excesivos gastos del Estado (subvención de todo lo imaginable, despilfarro inútil, corrupción, etc.).

Por más raro que nos parezca, esa inmensa cifra es dinero que ha entrado en el país y que tenemos que devolver. Como quien tiene una hipoteca, que puede vivir en el piso, mientras pague las cuotas mensuales, aunque en realidad no sea suyo sino del banco.

Podríamos pensar que mientras nos presten dinero, no hay problema, pero sí que lo hay, el primero y más inmediato es que quien nos compra bonos, letras y obligaciones espera ganar un interés, así que España ya paga en intereses unos 30.000 millones de Euros anuales.

Y el segundo problema es que el prestador (el Banco Central Europeo y otros bancos no centrales) calculan que una deuda tan alta supone un elevado

riesgo de no acabar cobrando nada si España hace suspensión de pagos, como hemos hecho ya 13 veces en la historia.

También han valorado que si no pudiéramos devolver la deuda del BCE, pondríamos en peligro la viabilidad de toda la zona Euro, ya que España es demasiado grande (47 millones de personas), en comparación con lo que sí pudieron hacer con Grecia (11 millones).

Alarmados por esta posibilidad, la Sra. Merkel  nos impuso una reforma constitucional para garantizar que los dineros prestados por los ahorradores europeos (y alemanes), que son los que tienen sus  dineros en los bancos que nos los han prestado, no los pierdan.

Por eso la reforma del artículo 135 de la Constitución dice dos cosas: la primera que no podemos endeudarnos a tontas y a locas, aunque seguimos haciéndolo; y segunda, y más importante, en el punto 3 afirma que el pago de la deuda “gozará de prioridad absoluta”, es decir que está por encima de pagar servicios como sanidad, educación o pensiones.

Podemos quejarnos de la Sra. Merkel, pero hay que entender que Europa se haya cansado de poner en riesgo los ahorros de los europeos para que España lo gaste en AVE que cierra a los 6 meses, en aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches o para salvar el Castor.

Además el BCE ya ha advertido que a partir de enero reduce la compra de deuda española a la mitad, hasta septiembre y después ya veremos.

El problema es que este último trimestre de 2017 vencen 40.000 M€ de deuda que hay que devolver (de capital, no intereses), más 50.000 M€ de déficit público, es decir que habrá que asumir el pago de 90.000 M€, a los que tenemos que sumar 131.000 M€ de capital que nos vencen en 2018 más el déficit que se genere.

¿Recuerdan todos los recortes que se hicieron entre 2010 y 2015, y que tantos problemas dieron a los gobiernos implicados?, pues  todos ellos supusieron unos 23.000 M€ en toda España (9.000 en Cataluña), ¿de dónde sacaremos ahora 90.000 i después 131.000? 

Lamento ser un aguafiestas hablando del vil metal, pero el gobierno del PP no dice nada de esto ya que lo está tapando todo con el tema de Cataluña.


¡¡¡LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS !!!

¡¡¡ VIVA LA REPÚBLICA!!!


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