domingo, 3 de diciembre de 2017

Las cosas por su nombre


(De un tweet anónimo que vale la pena recordar)

Las personas son inocentes hasta que en un juicio con garantías se dictamine lo contrario, se llama presunción de inocencia.

Cuando una persona pacífica y sin ningún indicio de fuga es encarcelada preventivamente sin juicio por motivos políticos, se llama preso político.

Cuando una persona ha de emigrar forzosamente para no ser encarcelado sin juicio por motivos políticos se llama exilio.

Cuando la policía carga con violencia desproporcionada contra manifestantes desarmados y pacíficos, se llama violencia policial.

Cuando un presidente de gobierno cobra sobres en negro se llama corrupción de estado.

Cuando un ministro conspira impunemente con la Fiscalía para “afinar” políticamente sus acciones, o para destrozar un sistema sanitario, se llama prevaricación.

Cuando un detenido, sin actitud violenta ni evasiva, recibe los insultos, las mofas y las humillaciones de la policía que le detiene, y es esposado a las espaldas innecesariamente en su traslado, se llama abuso policial.

Cuando en un caso de corrupción política se destruyen impunemente pruebas (discos duros, por ejemplo) sin ninguna consecuencia judicial, o el poder judicial no actúa de oficio cuando hay indicios claros de corrupción de estado, se llama corrupción judicial.

Cuando las instituciones del estado prohíben a una televisión pública que diga las cosas por su nombre por motivos políticos y/o electorales, se llama censura.

Y cuando en un estado no hay presunción de inocencia, pero sí hay presos políticos, gente en el exilio, violencia policial, corrupción de estado, prevaricación, abuso policial, corrupción judicial y censura, se llama dictadura.


¡¡¡VIVA LA REPÚBLICA!!!

¡¡¡LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS!!! 



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