
El problema es
que España no ha negociado nunca a lo largo de la historia ni sabe cómo hacerlo.
Además Rajoy ni sabe ni le gusta hacer política, por eso se ha escondido siempre
detrás de un plasma, sin admitir preguntas en sus ruedas de prensa.
Por eso ha sido
incapaz de mejorar el país, limitándose a enviarlo todo al TC o a los
tribunales para pararlo y disecarlo. Los jueces dictan sentencias de obligado
cumplimiento, que todo el mundo debe acatar y eso es lo más opuesto que existe
a la política.

Pero Cataluña ha
dicho basta y no tendrán más remedio que sentarse a dialogar, lo que comporta
otro problema, porque para hacerlo sería bueno conocer al adversario, pero todo
lo que Moncloa sabe de Cataluña es lo que le ha transmitido Sánchez Camacho y García
Albiol.
Sin saber hacer
política, sin saber cómo se dialoga, ni poder delegar en los jueces y con una
información deformada sobre el problema catalán, es probable que haya que ser
muy paciente al negociar con un Rajoy en liquidación al que todo se le hará muy
cuesta arriba.
¡¡¡LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS!!!
¡¡¡VIVA LA REPÚBLICA!!!
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